Las primeras pilas de la historia fueron hechas con cobre

La primera pila eléctrica de la historia fue desarrollada en el año 1800. Se le denominó "celda galvánica (o voltaica)", en honor a sus inventores: los italianos Luigi Galvani y Alessandro Volta.

Esta rudimentaria batería estaba constituida por una estructura en forma de columna, donde se apilaban discos de cobre y zinc separados por trozos de fieltro impregnados con una solución salina o salmuera. En ella, la energía eléctrica se obtenía mediante un proceso electroquímico donde los metales reaccionaban con el agua salada.

El científico Luigi Galvani descubrió que generaban electricidad, al detectar reacciones físicas en una rana de laboratorio, después de muerta. En un principio se creyó que se debía a la "corriente animal", según definición del investigador. Su colega Volta –tras estas investigaciones de Galvani- dio un paso más y pudo descubrir en nuevos experimentos que efectivamente estas primeras pilas sí generaban energía por sí mismas debido a la diferencia de potencial de los metales empleados.. Así Galvani fue el descubridor de las propiedades eléctricas de los cuerpos, y Volta logró inventar la pila.