El molibdeno es un metal plateado que posee el sexto más alto punto de fusión de todos los elementos (2.610 grados centígrados), por lo que es utilizado frecuentemente en operaciones de alta temperatura y presión.
Su nombre tiene origen en el griego "molybdos", que significa "como el plomo", en clara alusión a su color. Aunque algunos sostienen que ya era conocido en tiempos antiguos, fue recién durante la primera guerra mundial cuando se inicia su uso comercial en aleaciones de acero, en reemplazo del wolframio (también nombrado como tungsteno) que escaseaba en esos momentos.
Sus características principales son la durabilidad, resistencia y capacidad para soportar corrosión agresiva y altas temperaturas.
El molibdeno es un metal que se usa como materia prima para obtener aleaciones, entre las que destacan los aceros más resistentes.
Cuando se abocan directamente a explotar la molibdenita.
Cuando se consigue el molibdeno a partir de la explotación de otro mineral.