Este mecanismo de aspersión rocía la mezcla de agua y ácido sulfúrico, solución que se encarga de disolver el cobre contenido en los minerales oxidados, formando una emulsión de sulfato de cobre.
Una vez en el lugar de destino, el material se deposita y distribuye ordenadamente formando un montículo continuo de 6 a 8 metros de altura, que se denomina pila de lixiviación. Encima de esta se instala un sistema de riego por goteo y aspersores que cubren toda el área.
El material chancado se lleva en correas transportadoras hacia el lugar en el que será ubicado en pilas. Ya en este trayecto, las rocas mineralizadas se rocían con una solución de agua y ácido sulfúrico para comenzar rápidamente con la Lixiviación. Este procedimiento se conoce como curado.